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Pericles Peri

Narrador

Empresario, economista, escritor.

Articulista en varios periódicos nacionales: La República, el Semanario Universidad, La Nación, el Eco Catolico, y de PANORAMA de CANARA.

55 años.

UCR.

Oxford.

Universidad de Santiago de Compostela.

Pertenece al grupo literario Poiesis desde hace más de dos años.

 

NO IMPORTA CÓMO SE LLAMA 

 

 

 

Clark, se llama. Desde abajo se divisa parado en un balcón, trece pisos hacia arriba. En el filo está parado. ¿Querrá bajar por fuera y no por dentro? Parece que tiene la intención, parece, de esparramarse en plena vía pública trece pisos hacia abajo; en media calle. Seis menos dieciséis. Poco tránsito. Menos quince. Parado en el balcón está, sobre el filo. ¿Decidirá bajar? ¿Decidirá lanzarse? Ascensor. Escaleras. Salto. Salto, es la señal. Sin desayuno. Se llama Clark, dice el guarda de la esquina. ¡Ricachón!, gruñe el que está a su lado y al lado de la señal de tránsito.

 

Los números no lo han dejado pensar con buena letra y no lo dejan. Su cabeza es un tazón de sopa hirviendo, un tazón de sopa de números, no de letras. Humeante. Sobre su cara: gafas Dolce & Gabanna. Quinientos dólares. ¡¿Baratas, él?! ¡Dios guarde! ¿Gafas oscuras a las seis de la mañana? Más pérdidas, ¡ni loco! Sus gafas las tuvo sobre una mesa en la terraza, ¡pero ni muerto perdería un dólar más! Por eso, en su cara: quinientos. Nueva York. Italia. ¡Dolce & Gafas! Su única posesión. Su último deseo. Sobre la mesa, vacío: Lucky Strike: diez dólares. "Mata más gente el tabaco que los aviones", un día escuchó, y perdió el miedo a volar. Londres. Dólares: cinco mil: bussines Class. La vida sí tiene precio, según sus cuentas… ¡Vértigo!... El dinero todo lo paga. Casi. Y todo lo cobra. Siempre. Desea caer sobre el de las tenis baratas: veinte dólares; el gruñón de los periódicos en la esquina resentido con la vida, al lado de la señal de tránsito. ¡El desgraciado!, le llama Clark. De calle, nada: acera; en línea recta. ¡Toda una vida estropeada sobre el concreto! ¡Dos! El de los periódicos: un dólar, en la esquina: su blanco. ¡Se paga caro vivir barato!... Sopla fuerte el viento… ¿Cómo pudo perder tanto? De niño fue muy valiente. Parece que sí… Trastabilla... Parece que sí se lanza. La danza de los billetes. Sólo quinientos, al frente. Así, ¿quién lo quiere?, ¿quién da más?, ¿quién da algo? Su esposa, sus hijos, sus amigos. ¿Cuáles?, ¿dónde? La vida no vale nada. Recuerda aquella canción de Milanés. Clark es bilingüe, por cierto. ¿Habrá escuchado esa letra de Pablo? De vez en cuando. De vez en cuando la vida se nos brinda en cueros. Serrat. Joan Manuel. Y así se quiere lanzar. Clark. Anoche su equipo favorito cayó estrepitosamente… ¡Resbala!… Un sudor intenso baja por su cuerpo. Empapado. Como empapado deambulaba bajo la intensa lluvia que caía ayer… ¡Resbala!… Le resbala lo que piensen allá abajo. De pasar el sombrero, está aquello. ¡Dinero! Quería viajar de turista al espacio. ¡Millones! Dennis Tito pagó veinte. No saber nada de este mundo. La Luna. El Apolo XI. ¡Fue tan feliz en la escuela! Sin billetera, sin crédito, sin la bolsa. 1969. ¡2007! Como vino al mundo, así se marcha… Suspira. Desnudo... A como vino al mundo sin amigos, sin amigos se marcha… Frunce el seño... Como vino al mundo sin hijos: ¿se marcha sin verlos?… ¡Lágrimas! ¡Lágrimas!… Como vino al mundo sin esposa, sin su esposa está… Más lágrimas. Recuerdos. Rencillas. Pleitos, y al filo. Se nos brinda en cueros, Clark, al filo del balcón. Quinientos, se lleva. Dólares. En la mesa: nada. Sólo un paquete vacío. Una muerte “de marca" en lugar de dar la cara. Dolce & Gabanna. Una vida "de marca". BM, Rolex, Ferragamo, etiqueta azul y… Lucky Strike: no hay. ¡Está decidido! ¡Sobre el gruñón de los periódicos en la esquina resentido con la vida, al lado de la señal de tránsito! ¡El desgraciado!, según Clark. ¡Dos de un tiro! ¡Sobre el de las tenis baratas! Casi justo. Casi justo donde dice Stop. Alto.  Sobre el filo de la navaja, sobre el filo de la terraza, trece pisos hacia arriba. Clark. Trece pisos hacia abajo viajará, sin escalas y sin nada… Casi. Dolce & Gafas.

 

¿Y, sus seres queridos? 
Por la TV, observando.

 

¡Qué espantoso griterío! 
Siete menos seis...
Tránsito congestionado. 
Siete menos cinco...
Peatones en movimiento a lo lejos. 
Menos cuatro...
Peatones estáticos, atentos. 
Menos tres...
¡Qué griterío espantoso! 
Menos dos...
¡Suspenso! 
Menosss… 
Y, Clark hace un movimiento.

Lentamente da un giro... ¡y se lanza!

 

181 grados el giro, ¡y adentro! Clark. 
¡Ni loco perdería un dolar más! 
Sobre su cara: Dolce & Gabanna.n

 

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