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Por el nombre de Juana

 

 

La búsqueda de la mujer ideal puede ser toda una odisea, más si se piden muchas cualidades. Algunos solo quieren una hermosa novia con quien puedan presumir; otros, en cambio, les interesa su intelecto.

 

Esterházy Castillo Reyes era la alumna más bonita del colegio.

Sus ojos café claro, y su pelo rubio, aunque teñido, llamaban la atención de los demás estudiantes. Un día, Johnny C. se decidió a hablarle, ya que nadie se atrevía:

 

-Hola. ¿Cómo te llamas?

-Esterházy

.-Es-Es-es muy bonito nombre. ¿De dónde viene?

-Es de Hungría.

-Yo me llamo Johnny. Viene de…de…vengo de Tibás.

-¡Ah, qué bien! Bueno, me dio mucho gusto conocerte.

-Sí… a mí también me agradó conocerte. Hasta luego.

 

Apenas se despidieron, fue a contarles a sus amigos, los cuales no le creyeron.

-A ver ¿Y cómo se llama?

-Es...Es…eso qué importa. El asunto es que me habló, y creo que le gusté.

-¿Le gustaste? ¿Y no te acuerdas del nombre?

-No, pero por lo menos hablamos. Ahora voy a ir a invitarla a comer.

-Dile, por lo menos, mi amor, mientras averiguas cómo se llama.

 

Johnny salió rápidamente, pues no aguantó las burlas de sus amigos.

De camino, lo alcanzó Róger, quien era como su consejero.

 

-Johnny, mira, yo si creo que la hayas conocido, pero ¿estás seguro que quieres salir con ella?

-Claro, todo el mundo lo desea.

-Entiendo, sin embargo, no creo que sea buena idea.

-¿Porqué? ¿Por qué no sé su nombre?

-No es eso. Bueno, no es solo eso. Primero que todo, no es muy brillante.

En cambio, conozco a otra muchacha que no es muy bonita como la que conociste, pero se ve que cuida su aspecto, y es muy inteligente y cariñosa.

-¿Y quién es ella?

-Juana.

-¿La que dicen que está loca? No gracias.

-Su fama no es solo por el nombre.Lo que pasa es que ella es muy tímida y apartada. No obstante, si la llegas a conocer bien, te vas a dar cuenta lo interesante que es hablar con ella. Si quieres te la presento.

-No, estoy bien con Es…Es…esa misma.

 

Johnny se fue a buscar a Esterhazy para proponerle salir con él.

 

-¿Quieres ir a comer conmigo?

-¿A comer? ¿Qué cosa?

-Eso es lo de menos.

-¡Ah! Sí, está bien.

-Bien. ¿Qué te parece ir a la soda del frente?

-Bueno, vamos.

 

En el lugar, empezaron a platicar mientras comían. Johnny solo la miraba tomando el fresco, y cada vez que Esterhazy habría la boca para introducir en ella la pajilla, él hacía los mismos gestos.

 

-¿Por qué te pusieron Es…ese nombre?

-Cuando estaba pequeña, me dijeron que era por mi clase social. Ahora, me cuentan que me pusieron así por mi físico. ¿Lo puedes creer?

-C-claro.

 

Cuando terminaron de comer, Esterházy le dio un beso en la boca que lo hizo olvidar hasta en dónde vivía.

-Nos vemos Es…Es…eso espero.

-Yo también. Adiós.

De camino, se encontró a Róger, y le contó lo que había pasado.

-¿Cómo te fue?

-Bien. Me besó en la boca.-Entonces quiere decir que ya son novios.

-Me temo que sí.

-¿Por qué?

-Parezco tonto. Ni siquiera puedo acordarme cómo se llama. Creo que haré lo que tú me aconsejaste.

-No creo que el nombre sea un problema grave. ¿Cómo es ella a la hora de hablar?

-Muy tonta. ¿Ves? Ya tengo una excusa válida. Eso es; iré con Juana, y terminaré con Es…esta pesadilla.

 

Al otro día habló con Esterházy, y le explicó que no podían seguir juntos, pues lo estuvo pensando toda la noche, y llegó a la conclusión de que no era de su tipo. Luego que ella comprendió, o trató de comprender, fue a buscar a Juana, con quien hizo una amistad que ni él se imaginó algún día tener, tanto así, que llegaron a ser novios, y con el tiempo se casaron.

 

-Esterhazy, ya me voy a trabajar.

-¿Cómo me llamaste?-Ah…eh… ¡Mi amor!