Francisco Javier Pérez Hidalgo
Poeta
Nació en San José, el 1° de Agosto de 1949. Los estudios primarios los realizó en la Escuela República de Haití. Los secundarios en el Seminario Misioneros del Espíritu Santo y Liceo León Cortés Castro, ciudad de Grecia, graduándose como Bachiller en Ciencias y Letras.Efectuó estudios de Filosofía, Ontología, Epistemología, Ética, Teodicea y latín,en el seminario Central.En la Universidad de Costa Rica estudió latín, francés, historia del pensamiento.Se graduó en Contaduría Pública en la Ulacit. Profesión que ejerció por 35 años.Publicó dos poemas en la Antología Nuevos poetas Costarricenses, Editorial Costa Rica, 1.982.En el año 2010 ingresó al Taller Literario UNA-PAIPAM, Universidad Nacional, Heredia, por 2 años. Así mismo, en 2012 estudió en el Taller de poesía en la Universidad Estatal a Distancia, Heredia.Actualmente participa en el Taller de Poesía “Poiésis” desde Setiembre 2013. Tuvo una participación muy activa, junto a sus compañeros del Taller Literario UNA-PAIPAM, para elevar a Decreto de la República, el 21 de Marzo, como día mundial de la poesía. Decreto que firmó el Señor Ministro Don Manuel Obregón y la señora Presidente Doña Laura Chinchilla Miranda. En el 2012 participó en la tercera conferencia regional intergubernamental sobre el envejecimiento en América Latina y el Caribe, que dio las bases para la redacción del documento “Carta de San José sobre los derechos de las personas adultas mayores de América Latina y el Caribe. Ganó en el 2014, el premio al primer lugar en la categoría Adulto del concurso “Versos en el agua…Poesía que fluye”, organizado por la UNA, el MCJ y el MEP. Ha escrito el poemario La estación del cerezo, poesía sobre el amor, la pasión y el erotismo, trabajo revisado y prologado por el poeta costarricense Don Ronald Bonilla Carvajal.
La A escarlata
Nadie me protegerá, lo sé,
por descoser la tarde en lujurias.
Esta mañana,
mis manos gotean ternura
a contra luz de la época,
y no me mirarán como otras veces,
simplemente, me llamarán A.
Quiero ser mujer,
alfarera de mis pasos,
fuera del murmullo de sus voces,
quiero ser esta mujer.
Siento un borbotón interminable por amarlo,
y no puedo contener
este desborde sobre su larga tristeza.
Los dedos puritanos han bordado,
en el canesú de mi vestido
una piedra lapidaria
para oscurecerme,
para evaporarme,
enfurecidos por este amor,
más un halo de belleza
me alcanza
desde el niño que llevo en mi regazo
,marcado con la letra escarlata
de mis ávidos pechos,manantiales.